
El pincel, el papel, la tinta y el tintero se conocen como los "cuatro tesoros del estudio del artista". Hasta hace bien poco, el útil principal de escritura era el pincel, que ya se utilizaba incluso en el periodo neolítico. El pincel de escritura más antiguo que se conserva, del período de los Estados Combatientes, está hecho de bambú con pelo de conejo. En pinceles posteriores se usaron diversos pelos de animales, dependiendo del tipo de trazo requerido.
El dominio del pincel es la principal disciplina en la práctica caligráfica. Define la fuerza, el grosor y la dirección de la pincelada, y si se requiere todo el pelo o sólo la punta.