miércoles, 9 de enero de 2013

El Gran Interior

El emperador Yongle de los Ming se embarcó en la construcción de un palacio de dimensiones colosales llamado el Gran Interior, aunque se la conoce mejor como la Ciudad Prohibida.

Entrar en este recinto implica realizar un viaje en el tiempo y poder contemplar una mezcla de texturas, colores y soluciones decorativas muy inspiradoras.

Lo primero que se aprecia es la ordenada distribución de los espacios. La Ciudad Prohibida consta de varios edificios grandes orientados hacia el sur y dispuestos en un eje norte-sur. Las principales estructuras están separadas por patios entre edificios auxiliares y otros más pequeños, como oficinas y alojamientos. El eje central está flanqueado por dos ejes paralelos a lo largo de los que se sitúan los edificios auxiliares.
En los acabados podemos contemplar muros exteriores rojo ocre; vigas, cabrios y ménsulas pintadas en elaboradas formas multicolores; cubiertas de tejas planas barnizadas en amarillo y unidas mediante hileras verticales de acoplamientos cilíndricos; así como tejados decorados con finas figuras de animales auspiciosos de cerámica.




Las figuras, los muebles y las representaciones decorativas que adornan las diferentes estancias son un reflejo del estatus social de las personas que lo habitaban.







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